Me encanta el “soufflé”, pero: ¡qué ironía! Pocas veces me he animado a prepararlo. Sin embargo, tengo una trampita de suflé, que vale la pena conocer.
Es una buena manera de disfrazar ese sándwich tan rico y recursivo para calmar el hambre. Se prepara así:
Le quitamos el borde a rebanadas de pan de molde y armamos sándwiches de jamón y queso o atún, pollo, champiñones, según siguiera la imaginación o, lo que haya disponible en la nevera!
Se van colocando un una refractaria según tamaño requerido. Se ponen una o dos capas.
Se cubren con leche y huevo de manera que queden bien mojaditos. Se ponen al horno mas o menos una hora. Demora un buen rato para cocinar. Se sopla mucho pero también se desinfla al enfriar.
BAÑO DE LECHE
Esta mezcla de leche y huevo es muy recursiva para preparar tortas de pan, bien sean de dulce o sal. Es difícil dar medidas precisas pues depende de la cantidad que sea necesaria, pero, la guía básica es: una bolsa de leche, a la que se añaden 3 huevos poco batidos. Eso se aumentará según la cantidad requerida. Según sea el caso, se añade sal y pimienta, o si es de dulce, una cucharada generosa de azúcar y una cucharadita de vainilla.